Marcas imitadas

MEl eje de la estrategia de marketing de un producto o empresa es su “marca”, porque ésta es el factor principal para que dicho producto o empresa se identifique y diferencie.

Dada su importancia, numerosos expertos han aportado recomendaciones al momento de elegir el nombre de nuestros productos o negocios.

Respecto a las características: que sea corta, fácil de recordar, agradable visualmente, sugerente para el público al que apunta, que no sea genérica, que sea portadora de valores positivos, estable en el tiempo, que se pueda registrar, que sea declinable, diferenciable, etc.

En cuanto al nombre, podría ser descriptivo (referido a las características del producto o a los productos que comercializa la empresa), toponímico (referido a un lugar geográfico), simbólico (representado metafóricamente por un símbolo), patronímico (referido a una persona clave dentro de la empresa), siglas (construido mediante iniciales), etc.

Si lo que deseamos es definir la estrategia de nuestra marca, podemos evaluar alguna de las siguientes, de acuerdo a la estrategia de la empresa o la posición que deseamos alcanzar con nuestro producto: marca única (una sola marca para todos los productos de la empresa), marca múltiple (marcas completamente independientes para cada producto), marca para líneas de productos, paraguas (es un mix entre una marca única y una marca específica), declinable (de tipo mixto: marca de base que deriva la marca de sus productos), segundas marcas y marcas del distribuidor.

Es un camino complejo, que requiere determinación, inversión, estudio y perseverancia hasta lograr que nuestro “nombre” sea reconocido y preferido por el público.

Sin embargo, están los que buscan caminos más cortos o fáciles y optan por algún tipo de imitación de marcas que han logrado diferenciarse y posicionarse.

Lo que podemos evaluar como imitaciones pueden referirse al nombre, al sonido o la forma. Veamos algunos ejemplos (aunque no siempre, por más que cumplan con los criterios, se trata de una imitación):

Imitaciones referidas al nombre:

Homonimia (idéntica a otra marca registrada): ejemplo Columbia (productor cinematográfico) y Columbia (indumentaria y productos outdoor), Columbia (distrito municipal de EEUU), etc.

Paronimia: nombre similar pero no idéntico. Si seguimos con el mismo ejemplo Columbia y Colombia, PlayStation y PolyStation, Adidas y Adadis, Reymax y Remax, etc.

Imitaciones referidas al sonido:

Homifonía (sonidos idénticos a otra marca): ejemplo Levis y Lebis

Parofonía (sonidos similares pero no idénticos): ejemplo Reymax y Remax, Colgate y Coolgate, etc.

Imitaciones referidas a la forma:

Homomorfología (caracteres o siglas idénticas): ejemplo: Hugo Boss y Hugo Hoss, Reymax y Remax, Mc Donald’s y Mc Ronald’s

Paromorfología (copias de tipografías o colores institucionales): ejemplo Puma y Tuna, Sprite y Smile, Sony y Sonia, etc.

Es casi inevitable que las grandes marcas sean imitadas y falsificadas. El daño mayor es que las imitaciones son siempre de menor calidad y por ende menor precio, esto hace que muchas personas no se den cuenta y compren porque confían en la marca.

En estos momentos nos está pasando con nuestra marca Reymax, y es difícil asumir que alguien se aproveche del trabajo y esfuerzo que hemos realizado, para beneficio propio.

Para que no les pase o si les pasa tengan las herramientas para realizar los reclamos correspondientes, les recomiendo registrar sus marcas, los colores institucionales, las tipografías y los eslóganes. De un tiempo a esta parte, el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual) ha mejorado sus procesos y procedimientos para hacerlos más ágiles y eficientes y el mes pasado firmó un acuerdo con la OEP (Oficina Europea de Patentes) que reforzará aún más dichos aspectos.

Bueno, sin más, los invito a seguir trabajando “del mismo lado”… después de todo, si nos copian es porque lo estamos haciendo bien!

Alejandra Pelayes – Marketing – Reydi de HP S.A.

Dejar un comentario